lunes, 7 de enero de 2008

¿Es cara la innovación?

Para la mayoría de los occidentales la innovación sale cara, demasiado cara. Por eso parece que sólo se la pueden permitir grandes compañías. Pero eso se debe ni más ni menos a la falta de innovación constante. Quizá se pueda aprobar un exámen de la Universidad estudiando el día anterior, pero en la innovación y la mejora continua esas cosas no valen, no hay trapa ni cartón.
Recuerdo que en mis días de músico mis amigos universitarios me preguntaban por qué no teníamos exámenes y alucinaban. Teníamos pocas pruebas porque el trabajo era diario, continuo. era imposible tocar 6 obras en junio simplemente estudiando el día o el mes anterior. Era un trabajo diario, poquet a poquet. Con la innovación ocurre lo mismo. Si los trabajadores están concienciados y van mejorando los procesos diariamente con el sentido común, la innovación aparece por acumulación de esos pequeños detalles. No dejan que se estanque, todo fluye y cambia a mejor, estandarizando los procesos que llevan a los mejores resultados.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo podría hacer mejor mi trabajo? Esa es la auténtica mejora ya que si cambiamos la actitud tenemos el 50% del camino hecho.

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